sábado, 29 de octubre de 2011

Desde el mar

El sol se esta quedando por estos lares de manera generosa, quizás por eso no me cuestione al sentir el impulso de salir a caminar.
El recorrido sería uno conocido y probablemente breve, sin embargo, aún reconociendo mis huellas por él, abruptamente fui detenida por una mujer que, simplemente preguntó ¿paseo en catamarán?, la respuesta como pregunta, no se hizo esperar ¿esta por salir, cuanto es?
Hace meses que postergaba ese paseo y como otros que he hecho, ha sido sola, por lo tanto, nada me detendría ahora.
Abordar, y vestir el salva vidas que no abrochaba bien. Sin pensar, me dirigí directo a la proa y allí aguarde ansiosa la aventura.
La nave estaba totalmente completa de entusiastas navegantes de todas las edades, características y lugares lejanos a este mar tranquilo.
Un particular guía nos relataba historias, hechos y acontecimientos ocurridos en esas aguas y sus costas, mientras todos esperaban ese movimiento que diera la certeza de estar sobre el mar.
Nos alejábamos del muelle con premura. El sol jugueteaba con el viento y ambos se escondían en la superficie del agua, iluminándola y alborotándola toda.
Escuchaba voces y risas a mi rededor, incluso mi propia risa se fundía con las otras, sin embargo, por largo rato, mientras el navío saltaba las olas, me pareció estar sola frente a esa bastedad que simplemente danzaba.
Justo cuando pasábamos frente al Faro, una mujer sonrió de soslayo y aunque no la mire, supe que era Clyo.
El paisaje conocido se vestía de novedad al mirarlo desde la perspectiva del mar y sin embargo, no me resultaba desconocido, tal vez por que en otro tiempo, yo ya surcaba el mar que baña estas costas o era ola que rompía sobre el malecón o acariciaba las huellas dejadas en la arena y para no olvidarlas, me las llevaba a lo profundo ¿Cuántos pasos habrán en el fondo del mar?
El sol daba las últimas caricias a mi rostro cuando el nao amarro nuevamente en el muelle de embarque.
He llegado por segunda vez a este puerto y en esta ocasión, lo he hecho desde el mar.
  

lunes, 24 de octubre de 2011

Quiero

¿Descansar?
¿Como se descansa con el alma rota?
Quiero perderme en la oscuridad de mi soledad
 y  despertarme con la luz de mi conciencia.

sábado, 22 de octubre de 2011

Se me perdió

Se me perdió el amor
No sé si fue cundo respire
O cuando vi. salir el sol.
Cierro los ojos y parece que lo alcanzo
Pero cuando extiendo los brazos
Ellos vuelven a estar vacíos.
Siento los ojos volar hacia él
Pero mis piernas inmóviles no me dejan partir.
Mi corazón se llena de ilusión
Y mis recuerdos me aturden.
Quiero un sueño real,
Quiero una realidad que parezca un sueño
Quiero que el amor
Se acuerde de mí.

lunes, 10 de octubre de 2011

Esperando tu respuesta

ESPERANDO TU RESPUESTA



Me encarame a una pequeña roca para estar más cerca del mar

No me di cuenta cuando subió la marea, pues estaba embelezada

Ahora ese mar tranquilo me rodea, y no sé como volver a la orilla.

El agua aún no esta tan alta y podría saltar, aunque me moje

O podría quedarme allí a esperar  a que se retire.

Si salto, podría resbalar y hacerme daño

Pero si me quedo, el frío del agua y la noche sobre mí

Helaría todo mi ser.

viernes, 7 de octubre de 2011

Reflexiones

Hace ya un breve tiempo que, mi corazón ha comenzado a echar raíces en este espacio de calmo mar y verde valle, y mientras más me amarro a las calles y los cerros, mientras más seres se cruzan en mi camino, por ratos, más sola me siento.

La vida me da alegrías y me las quita en nombre de mi ansiedad.

Ansiedad, es como otros llaman a mi necesidad de un abrazo, de una simple conversación.

Lo correcto dicen, es aceptar sin quejas, reproches o exigencias  lo que sabría que mi conducta traería.

¿Mi conducta, no querer usar mascaras que oculten mis temores y mis amores?

Entonces repito, vengan a mí más horas de silencio, sin una palabra, sin una sonrisa o una suave caricia, pues, no participare en este baile de máscaras que a tantos les gusta.

Vivo la vida, mirando de frente y con la palabra en los labios y en mis manos.

No complaceré a los que pretenden normar la forma que cada cual, naturalmente tiene para transitar los caminos que la vida te va mostrando.

No quiero más que la libertad de sentir que estoy viva, y sabemos algunos, que nuestro derecho a vivir así, a otros les complica sus propio deambular en busca de un sentido para continuar.